El Área Metropolitana es una necesidad y un objetivo. Este es el mensaje positivo con el que se saldó ayer la primera reunión de alcaldes, convocados por el regidor vigués. Considerado como un paso importante en su puesta en marcha del organismo, esperan al siguiente movimiento: la presentación del nuevo borrador por parte de la Xunta. Dicho documento lo elaborará el Gobierno gallego y si logra vía libre pasaría a su tramitación en el Parlamento gallego como reforma de la ley en 2016.
Además de los catorce ayuntamientos implicados en la supramunicipalidad, ayer también acudieron otros cuatro invitados que están interesados en entrar a formar parte del gran área del sur de Galicia: Tomiño, Tui, Mondariz, Vilaboa y A Guarda. Fue, por tanto, un encuentro de 14+5 que no dejó conclusiones pero mantiene abierto el acuerdo. Durante de más de dos horas estuvieron reunidos en uno de los salones del edificio municipal de O Areal, ocho del PSOE, seis del Partido Popular, tres de grupos independientes y dos del BNG.
Trataron temas relacionados con las competencias del área, poniendo especial hincapié en el transporte metropolitano o en la gestión del agua. Aunque las mayores discrepancias aparecieron en relación con el sistema de funcionamiento del organismo.
Mientras el popular Arturo Grandal, de Salvaterra, se defendió la postura de “un concello, un voto”, algo que según afirmó “también exige mi oposición, la alcaldesa de Porriño, la socialista Eva García de la Torre, fue contundente al afirmar que “no es ni medio razonable” que todos los concellos tengan el mismo peso. En una postura intermedia se situó el regidor de Redondela. Javier Bas, del PP, dejó la puerta abierta a posiciones intermedias como el derecho a veto de Vigo. Indicó que lo deseable son el consenso, “si puede ser por unanimidad, mejor”, pero aseguró que si bien “entendemos que Vigo tiene que llevar el peso, los demás no nos convertiremos en barrios de Vigo”.
La financiación del Área Metropolitana fue otra de las materias que más preocuparon a los alcaldes. Grandal exigió un plan económico porque, afirmó, “tengo que decirles a mis vecinos lo que le va a costar”.
Alberto Méndez, en representación de Nidia Arévalo, alcaldesa de Mos en baja maternal, puso el acento en el coste, ya que en comparación con el modelo de referencia éste será muy elevado: “El de Barcelona tiene una deuda de 178 millones que suponen para cada ciudadano 46 euros, de esto no se habló”. Marcos Besada, independiente de Salceda, también pidió un estudio económico.
Una vez finalizada la reunión, Abel Caballero valoró que más allá de las discrepancias “hay voluntad política”. Se dirigió a los medios allí congregados para declarar: “El área metropolitana es imparable, aunque Feijóo no quiera, ya que sería aglutinaría a 600.000 habitantes en el sur de Galicia”.
El regidor vigués aseguró que los representantes de un 80% de esa población están de acuerdo en recuperar la Ley de Área Metropolitana propuesta por Fraga y aprobada por consenso. Acusó a algunos alcaldes del PP de defender “consignas”.
Declaró que “Vigo no puede valer lo mismo que Fornelos cuando Vigo pone el 62% y Fornelos el 0,7%”. Apostilló que quiere “defender a los vecinos de todos los concellos, por eso cada uno debe tener el peso que le corresponde”.
Fuente:Atlántico
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